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La cronobiología estudia los procesos biológicos en función del tiempo. Investiga cómo nuestro reloj interno regula el sueño, el metabolismo, la temperatura corporal y la producción hormonal. Los llamados genes cronómetros («relojes celulares») controlan numerosas funciones fisiológicas en un ritmo aproximado de 24 horas, incluida la de la piel.
Nuestro reloj biológico se orienta al ritmo natural del sol: la luz es el principal regulador, no solo de nuestro ciclo de sueño y vigilia, sino de muchas otras funciones corporales.
Cronobiología de la piel
☀️Durante el día, las células de la piel se concentran en protegernos: producen más sebo para defendernos de toxinas ambientales y la radiación UV, minimizando daños causados por factores externos.
😴Durante la noche, las células de la piel trabajan intensamente: la división celular reemplaza las células viejas o dañadas por nuevas. La producción de colágeno y ácido hialurónico mejora la estructura de la piel y retiene la humedad, mientras que los mecanismos antioxidantes reparan los daños causados durante el día.
Tras una noche sin descanso, la piel suele estar más pálida, seca y sensible que después de un sueño reparador. El cuerpo produce menos colágeno, lo que provoca pérdida de firmeza, y el contenido de humedad disminuye. Un buen descanso y una rutina de cuidado adecuada son clave para una piel hermosa.
La división de las células madre y, por lo tanto, la regeneración de la piel, ocurre principalmente durante la noche. Investigadores de la Universidad de Friburgo han descubierto que problemas como el envejecimiento de la piel y el cáncer surgen cuando los genes cronómetros se desincronizan.
Ritmos estacionales
La piel no solo cambia en momentos específicos del día, sino que también se adapta a las estaciones del año. En invierno, el pH de la piel es más alto y la humedad es más baja. Tiene menos lípidos y es más sensible. En primavera, la peroxidación de lípidos en la superficie de la piel aumenta debido a la exposición al sol☀️. Además, el ciclo menstrual de las mujeres también influye en la piel, al igual que la renovación celular, que sigue un ciclo.
¿Cuándo es el mejor momento para usar ciertos productos de cuidado?
Por la mañana: Hidratación y protección
Después de despertar, la piel es más sensible, ya que su función barrera es más débil por la noche. Este es el momento perfecto para aplicar cremas hidratantes y protectoras. Las cremas ligeras con antioxidantes como la vitamina C ayudan a proteger la piel de factores ambientales dañinos. El protector solar es esencial para prevenir daños por UV.
Recetas:
➡️Crema de día para piel madura
➡️Crema facial antioxidante con factor de protección 5 FPS
Mediodía/Tarde: Refrescamiento
A lo largo del día, la piel pierde humedad, por lo que es recomendable usar un hidratante ligero para mantener la piel suave. Un spray facial refrescante es ideal para revitalizar la piel.
Recetas:
➡️Sérum de vitamina C
Por la noche: Regeneración
Por la noche comienza la fase de regeneración de la piel. Entre las 18:00 y las 22:00, la piel absorbe mejor los ingredientes activos. Este es el momento ideal para aplicar sueros y productos con propiedades anti-envejecimiento, como bakuchiol, ácido hialurónico o péptidos. La división celular es más activa en las primeras horas de la mañana, entre las 2:00 y las 4:00. Los productos regeneradores con ceramidas, niacinamida o extractos de plantas calmantes son especialmente efectivos en este momento.
Recetas:
➡️ Crema de noche para piel madura con aceite de semilla de higo chumbo
➡️ Receta de Gel facial despigmentante y antienvejecimiento con Ácido Kójico y Niacinamida
Consejos adicionales para la belleza nocturna:
- Una mascarilla overnight nocturna hidrata la delicada piel alrededor de los ojos y le proporciona ingredientes regeneradores.
- Cuida tus pestañas con aceite de ricino.
- No olvides cuidar tu cuello y escote.
- Asegúrate de tener un sueño reparador en un ambiente relajado y oscuro.
- Evita los dispositivos electrónicos temprano o, mejor aún, elimínalos de tu dormitorio.
- Un libro relajante o música suave es ideal para prepararte para dormir.
- La temperatura de la habitación debe ser cómoda, idealmente entre 17 y 22 grados.
- Aceites esenciales como lavanda o melisa en un difusor pueden mejorar la calidad del sueño.
- Termina el día con una meditación guiada o un ejercicio de gratitud.
¡Con todos estos consejos, tu belleza nocturna está asegurada!
Por último, recuerda que, si tienes algún comentario o pregunta, no dudes en contactarnos, estaremos encantados de atenderte.
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