
Receta de Baño de vapor facial purificante (sauna facial): ritual de limpieza y bienestar
Limpieza Facial - 10 Min
- style Aplicación: Cuidado facial
- poll Cosmético: Limpieza Facial
- access_time Tipo de piel o cabello: Todo tipo de piel
Preparación
Los baños de vapor faciales son un tratamiento natural y sencillo con beneficios profundos para la piel:
- Limpieza profunda: Abren los poros, eliminando impurezas, suciedad y exceso de grasa acumulada.
- Mejoran la circulación: El calor estimula el flujo sanguíneo, aportando oxígeno y nutrientes para una tez fresca y radiante.
- Preparación de la piel: Facilitan la extracción de puntos negros y optimizan la absorción de cremas, sérum o mascarillas.
- Relajación sensorial: El vapor con hierbas o aceites esenciales calma la mente, reduciendo el estrés y dejando la piel luminosa y descansada.
Ingredientes
- 1000 ml de agua destilada o embotellada caliente.
- 2 gotas de aceite esencial de eucalipto radiata BIO (purificante y despeja las vías respiratorias en invierno).
Material necesario
- Una toalla.
- Un cuenco resistente al calor.
Paso a paso para un baño de vapor facial perfecto
- Limpieza previa: Lava tu rostro con un limpiador suave o agua micelar para eliminar impurezas superficiales.
- Preparar el espacio: Llena un cuenco con agua caliente (sin hervir). Recuerda, evita agua del grifo para mantener la pureza del vapor.
- Aromatiza el vapor: Añade 1-2 gotas de aceite esencial según tus necesidades. Por ejemplo, eucalipto para purificar o lavanda para relajar.
- Inhala y relaja: Coloca tu rostro a unos 25 cm del recipiente, cubriendo tu cabeza con la toalla para concentrar el vapor. Respira profundo durante 5-10 minutos.
- Secar con suavidad: Usa una toalla limpia para secar tu rostro con delicadeza, sin frotar.
- Cierra los poros: Aplica un tónico o agua fría para cerrar los poros. Un hidrolato de jara o tomillo sería ideal para pieles grasas o maduras.
Nutre e hidrata: Finaliza con una crema o sérum que selle la hidratación. Busca ingredientes como ácido hialuronico, urea, lanolina, glicerina, manteca de karité, aquaxyl, pantenol, betaina natural, trehalosa,ceramidas, aceite de jojoba, argán o lactato de sodio.
Recomendaciones
- Realiza el baño de vapor una vez por semana, preferiblemente por la noche.
Personaliza tu experiencia
Aceites esenciales (1-2 gotas por litro de agua)
Aceite esencial de romero (Rosmarinus Officinalis) QT Cineol: Un potente estimulante de la microcirculación que revitaliza la piel, favoreciendo su oxigenación. Con propiedades descongestionantes y cicatrizantes, es ideal para pieles que necesitan un extra de frescura y renovación.
Aceite esencial de árbol de té: Un imprescindible para pieles con tendencia acneica, gracias a sus poderosas propiedades antibacterianas, purificantes y limpiadoras. Además, activa la circulación, ayudando a mantener la piel equilibrada y libre de imperfecciones.
Aceite esencial de niaouli o geranio bourbon: Perfecto para pieles maduras, dañadas o apagadas. Su acción regeneradora y tonificante revitaliza la piel, mientras su delicado aroma natural aporta una sensación de bienestar y frescura duradera.
Aceite esencial de manzanilla azul BIO: Un verdadero aliado para la piel sensible o irritada. Destaca por sus intensas propiedades antiinflamatorias y calmantes, ideales para suavizar la piel. Además, su aroma relajante ayuda a aliviar la ansiedad y el estrés, promoviendo una experiencia de cuidado integral.
Aceite esencial de limón: Un excelente regulador del sebo, perfecto para pieles grasas o con impurezas. Su acción purificante ayuda a limpiar los poros, equilibrar la piel y devolverle un aspecto luminoso y saludable.
Aceite esencial de geranio bourbon BIO: Un tesoro natural con propiedades limpiadoras, purificantes y curativas. Calma y restaura la piel, favoreciendo su regeneración y aportando una suavidad inigualable.
Aceite esencial de Ylang Ylang III BIO: Un aceite sensual y equilibrante que revitaliza la piel, promoviendo su elasticidad y luminosidad. Su fragancia floral, dulce y envolvente, relaja los sentidos y transforma cualquier rutina de cuidado en un ritual de bienestar.
Flores secas (1-2 cucharadas por litro de agua)
- Manzanilla: Suaviza y calma.
- Lavanda: Relaja y refresca.
Hidrolatos o aguas florales (2-3 cucharadas por litro de agua)
Hidrolato de rosas BIO o agua floral de rosa: Un auténtico tesoro para la piel, ideal para cualquier tipo: seca, madura, sensible, grasa o acneica. Su poder antiinflamatorio e hidratante calma y revitaliza, mientras regula la producción de sebo y actúa como barrera protectora contra las bacterias. Además, su delicado aroma floral envuelve los sentidos y aporta una experiencia sensorial única.
Hidrolato de neroli BIO: Perfecto para pieles maduras, secas o sensibles, este hidrolato destaca por sus propiedades regeneradoras y antiinflamatorias. No solo cuida la piel en profundidad, sino que su exquisita fragancia a jazmín aporta un toque de lujo y serenidad a cada aplicación.
Hidrolato de tomillo BIO: Un aliado esencial para pieles grasas o con tendencia acneica. Gracias a sus potentes propiedades antibacterianas, purificantes y astringentes, es ideal para tratar pieles con impurezas, eczemas o infecciones fúngicas, ayudando a restaurar el equilibrio cutáneo de forma natural.
Hidrolato de lavanda BIO: Perfecto para pieles grasas o con imperfecciones, ya que regula la producción de sebo, refresca y desinflama. Su acción calmante alivia las irritaciones y deja la piel con una sensación de pureza y frescura inigualable.
Hidrolato de manzanilla BIO: Un bálsamo para las pieles secas, sensibles o irritadas. Su capacidad para calmar y suavizar la piel ayuda a reducir las rojeces y aporta un confort inmediato, convirtiéndose en un imprescindible para el cuidado diario.
Este ritual no solo embellece tu piel, sino que también te regala un momento de calma y conexión contigo misma. ¡Disfruta de tu spa en casa!